sábado, 11 de julio de 2009

Tinta Negra


Soñé con lluvia.
Era tinta negra.
Manchaba la piel.
Cubría los ojos, como una mascada malévola, como un halo maldito.
Era la combinación de seda brujería.
Irresistible.
Era fina y pesada a la vez.
Observé llover a cántaros, mientras bebía té con mis fantasmas en una vieja librería, llena de ancianas hojas que pedían ser leídas de nuevo.
Observé como todo quedaba manchado por las gotas de tinta.
Y me di cuenta de algo: erauna bendición para los escritores, poetas, para todo aquel que hacía de la palabra escrita su vida, su amor, su amante.
Lo supe.
Pero no aprecio mancharme.
Personas ponían cubetas, recipientes, afuera de sus casas, recolectando esa preciosa tinta, tan negra como una pesadilla.
Hice lo mismo.
Pura curiosidad.
Me maravillé al sentir ee líquido deslizarse por una hoja.
Magia pura.
Era tinta de lluvia.
Mágica.
Soñé con lluvia.
De tinta negra.
Arrasó con todo a su alrededor.
Déjandonos en una palpable oscuridad.
Regálandonos tinta para siempre, que solo encontraba lugar cuando se escribía con ella.